Los conflictos sociales en América Latina. Estamos observando que se vienen sucediendo diversos conflictos Sociales en varios países de América latina, quizás el que más repercusión está teniendo es el de Chile que viene arrastrando protestas ciudadanas basadas en demandas sociales desde hace bastantes semanas.
Del crecimiento económico a la ruptura social. Era una economía que
venía creciendo de manera constante en los últimos años con enormes inversiones en varios sectores estratégicos como la minería y las energías renovables. El movimiento de nuevas empresas estaba siendo constante y esto se reflejaba en la creación de empleo. Los datos macroeconómicos consideraban a Chile un referente en el modelo económico en Sudamérica. Se mostraba a un país estable, consistente y con crecimiento positivo. No obstante, existían grandes desigualdades sociales, el malestar de todos se mantenía aletargado. No se les estaba dando la importancia que debería tener ante el potencial riesgo que podía desencadenar las grandes protestas que hay en todo el país. La exposición al riesgo era alta. No se supo prever el impacto de las decisiones que se habían venido tomando. La conflictividad ha repercutido de manera negativa en bastantes eventos, algunos han sido cancelados y se está trasladando una imagen de inseguridad que será difícil cambiar a corto plazo.
La APEC19 se ha cancelado. Un Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico que se iba a realizar en noviembre, un espacio donde se iban a dar cita las 21 economías más poderosas de Asia-Pacífico, en el que se va a hablar de “Sociedad digital”, “Integración 4.0”, “Crecimiento sostenible” y “Mujer, Pymes y crecimiento inclusivo”, temas de extraordinaria relevancia para estos países y sin duda sus decisiones repercutirían en la sociedad. La COP25 se tuvo que trasladadar a Madrid. Una cumbre sobre el cambio climático, donde estaba previsto tomar medidas para “impulsar políticas activas para conservar y proteger el planeta”, “el cuidado de los Océanos y la Antártida”, “electro movilidad y energías renovables”, “potenciar la economía circular” y “la protección de ecosistemas, bosques y biodiversidad”.
Además de la cancelación de estos importantes eventos, también se han cancelado otros acontecimientos ligados al deporte y la cultura como la Copa Libertadores que se iba a celebrar en Santiago y finalmente se trasladó a la ciudad de Lima, así como conciertos y otros espectáculos.
Las pérdidas económicas son enormes, la imagen del país ha cambiado, la credibilidad en el sistema político es nula y, por ende, la población cada vez está más afectada anímicamente y desprotegida. Cuando la sociedad desconfía de su país aparece la desafección, el desencanto e incluso la falta
de integración en la sociedad que se autodefine como sociedad del bienestar. A veces, se alinean varias circunstancias y la exposición al riesgo aumenta. En todas las áreas geográficas de cualquier parte del mundo se dan situaciones potenciales de riesgo.
En Asturias, también existen riesgos que pueden desencadenar algún tipo de conflicto social, lo vemos día a día con la situación de algunas empresas
que han sufrido por la crisis, se producen despidos, ERES, etc. Además la situación política del país no acompaña. Nos podemos encontrar con una realidad que a día de hoy nadie contempla, pero los riesgos existen y no se están evaluando adecuadamente y, por tanto, no se están tomando las medidas que puedan solucionar una situación de conflicto.
Hay datos que van mostrando que el actual sistema tiene ciertas debilidades, es un hecho evidente que crece el malestar en la sociedad y aparecen nuevas formaciones políticas, las regiones quieren estar más descentralizadas, la cohesión territorial se está alterando por cuestiones meramente sentimentales y de falta de aprecio hacia un estado tradicional. De ello tenemos a los diversos colectivos que se ven desfavorecidos por un sistema que no es capaz de acortar las distancias entre las clases sociales.
Estamos viendo como día a día las grandes corporaciones industriales y financieras toman decisiones que afectan al ánimo de todos y nos revela la continua incertidumbre con la que nos manejan. Se puede pensar que las crisis se generan para mover la economía, cuando en un país se altera su sistema económico, se crea inestabilidad social e incluso violencia, en estas circunstancias aparecen determinados grupos estratégicos que se benefician dando por tanto a que la propia crisis se convierta en un negocio.
Una reflexión: La oportunidad del cambio. No obstante, a pesar de ello debemos ver estas circunstancias y evitar que estas situaciones se presenten. Para ello se deben tomar medidas que ayuden a que los riesgos en los que estamos expuesto se transformen en oportunidades. Si la actual situación social y económica es un riesgo hay que pensar en la oportunidad de cambiar, un país situado entre aquellos que son referentes en muchos aspectos deben velar porque allí donde hay una debilidad se transforme en una fortaleza. Si la brecha social se acorta, si la sociedad se transforma a través de un proceso de equilibrio sin grandes desmesuras seguro que surgirán oportunidades para conseguirlo.
Tenemos en nuestra mano la oportunidad del cambio, por ejemplo, en el modelo energético donde debemos saber qué es lo que necesitamos y
que es lo que queremos; la oportunidad del cambio económico, donde exista un verdadero modelo de empleo en el que las empresas no apuesten
por un modelo fácil de sobreexplotación de los recursos naturales; la oportunidad de cambio en el que la igualdad sea la que genere las mismas oportunidades para todos.
MIGUEL COMINO LÓPEZ
Ingeniería Mecánica. QA/QC Site Manager ACCIONA (Chile)
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