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El bloqueo administrativo es clave y si no se soluciona se pueden perder inversiones

Javier Sáenz de Jubera

Presidente TotalEnergies España, asociado corporativo de CAXXI

Publicado 29/10/2022 en diario El Comercio (Cristina Tuero, Jefa Área de Economía y Actualidad – Coord. AsturiasInnova+)

 

«Las medidas del Gobierno son positivas, pero nos gustaría que fueran más generales, más claras y especiales para los más vulnerables»

Enseña su ‘casa’ de Oviedo con orgullo, ensalzando que la primera multinacional energética europea, TotalEnergies, haya elegido Asturias para ubicar su sede central en España. Porque Javier Sáenz de Jubera (Mieres, 1957) presume de su tierra, que le ha visto nacer y crecer personal y profesionalmente, a la que le gustaría convertir en la Silicon Valley de Europa. Precisamente por su dilatada trayectoria, su capacidad de liderazgo y esa asturianía recibirá el próximo 10 de noviembre el XXVII Premio Asturmanager.

-Enhorabuena. ¿Se lo esperaba?

-Fue una sorpresa total. Estoy muy contento. Había visto el premio otros años, pero no me consideraba premiable. Tengo 65 años y llevo 43 trabajando ligado a Asturias, pero ves la lista de galardonados y da un poco de vértigo. Cuando te dan un reconocimiento así te das cuenta de todos los años que llevas trabajando y te acuerdas de muchas personas y, al hacer la lista, ves que cada vez quedan menos a tu alrededor.

-Decía hace unos días a los alumnos de un MBA de la Cámara de Oviedo que no le gustaba trabajar. Pues si le llega a gustar…

-No me gusta nada trabajar. Conozco el mundo de la empresa y a la mayor parte de la gente no le gusta trabajar, pero son muy buenos profesionales. Y hay muy pocas personas a las que no les gusta ir de vacaciones. A mí nunca me pasó lo de irme de vacaciones y a los 15 días desear volver.

-Y con 65 años, ¿no está pensando aún en la retirada?

-Está claro que esto tiene que tener fecha de caducidad. No voy a estar aquí eternamente. Pero aún tengo un poco de cuerda. Y otro problema es que no me dejan en casa (risas).

-En diciembre hará dos años en TotalEnergies. ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de este tiempo?

-Ha sido todo bueno. Era un proyecto muy ilusionante para todas las personas que veníamos de EdP y todas las de TotalEnergies en Madrid. Hablamos de la compañía energética europea de mayor tamaño, cuyo valor bursátil es más de dos veces Iberdrola o más de ocho veces EdP. Creo que no ponemos en valor suficientemente bien que la sede central de la primera multinacional energética europea en España esté en Asturias.

-Entonces, objetivos cumplidos.

-Hemos incrementado en 90 personas la plantilla en menos de dos años, 60 en la región. Terminaremos el año con casi 400, y casi dos tercios estamos en Asturias. Teniendo en cuenta que tenemos dos ciclos combinados en Castejón, con 50 personas; otras 60 están en Madrid, en la que era la comercializadora de clientes industriales de Total, y que tenemos delegación en unas cuantas ciudades, que dos tercios de la plantilla estén aquí es digno de destacar.

-¿Por dónde pasa el futuro de TotalEnergies a corto y medio plazo?

-En 2020 el 92% del negocio venía del petróleo y gas; un 7%, de las renovables y clientes finales, y un 1%, del hidrógeno. El plan de la empresa es que en 2050 los porcentajes sean: renovables, un 50%; hidrógeno y otros, un 25%, y el gas y el petróleo, otro 25%. Esta empresa sigue pensando que en 2050 habrá que utilizar algo de gas. Apostamos por ser neutra en carbono en 2050 y estar entre las cinco principales empresas de energía renovable del mundo para 2030. Un año donde esperamos tener más de 150.000 puntos de recarga para vehículos eléctricos en Europa. En España, estamos desarrollando 80 parques fotovoltaicos que sumarán cinco gigavatios de potencia, con 3.500 millones de inversión, para que estén operativos en 2025.

-¿Y en Asturias?

-Estas grandes inversiones fotovoltaicas las estamos haciendo de Madrid para abajo. Aquí estamos siendo muy activos en las instalaciones de autoconsumo en viviendas, en comunidades de vecinos, en pequeñas industrias, así como en el desarrollo de los cargadores eléctricos. En Asturias no damos grandes titulares de miles de millones, pero sí hacemos muchas cosas en la región. Por ejemplo, con acuerdos con empresas como GAM o Hi Mobility. Tenemos un ‘call center’ en Gijón con 150 personas trabajando para nosotros y un ‘back office’ en Oviedo, con casi 150, que presta otra empresa de servicios y que lo primero que nos dijo es que, si en lugar de hacerlo aquí lo hicieran en Madrid o Sevilla, nos lo darían a un precio mucho menor, y les dijimos que no. Y, sobre todo, lo que damos a esta región es que estamos aquí, cuando lo normal es que estuviéramos en Madrid. Y con vocación de permanencia.

-¿Y cómo va el proyecto de construir en Oviedo la mayor electrolinera del norte?

-Es un proceso de negociación que va a acabar bien. Llegará a buen término porque las dos partes -negocian con Alsa- quieren llegar a un acuerdo.

Los malos

-¿Cómo está afectando a las comercializadoras la crisis energética?

-La situación de precios altos hace que el Gobierno español y el europeo incluyan medidas para intentar dar una solución. Pero cuando los precios son altos todo es difícil. No es nada fácil explicarlo al cliente. Creemos que las medidas deberían ser generales y que beneficiaran tanto a los clientes que están en el mercado libre como en el regulado. Han de ser fáciles de explicar y beneficiar a todos. Y ya, como posición particular mía, que defiendo a veces con éxito, soy partidario de medidas que favorezcan especialmente a los más vulnerables y a los electrointensivos.

-Y cuando le preguntan cuál es mejor, el mercado regulado o el libre, ¿qué les dice?

-Es muy difícil de contestar esa pregunta, porque en electricidad es una cosa y en el gas, otra. En el mercado regulado hay una senda de crecimiento que está establecida para los precios del gas, que sube cada trimestre un 15%. En el mercado libre, los precios del gas dependen del mercado. ¿Cómo va a estar el mercado del gas el trimestre que viene o dentro de dos? No lo sé. Es muy complicado.

-¿No tienen ninguna estimación?

-Como gran compañía, dentro de nuestros pronósticos a futuro hay un escenario que ojalá se dé porque dice que en el segundo semestre del año que viene la situación va a mejorar significativamente. Con independencia de que todos pensamos que cuando las renovables estén aquí, dentro de cuatro o cinco años, los precios van a ser mucho más baratos en general en Europa. A corto plazo, si el gas dentro de un año se pone a otros precios, dejaríamos de vivir esta situación.

-¿Y qué está pasando con los cambios a la tarifa regulada, que generan atascos y ha tenido que intervenir hasta Competencia?

-Nuestros clientes no tienen ningún tipo de bloqueo. En nuestro caso, los cambios se pueden hacer desde la web. Es verdad que cuando hoy se va a una oficina, no por este tema, sino por la dificultad de las facturas, hay ciertas colas. Y también hay que esperar un poco más en atención telefónica, pero no por el cambio a la tarifa regulada, sino porque reciben dos facturas a la vez.

-Es decir, que el papel que se da a las comercializadoras de malas de la película se lo ponen, no se lo ganan solas.

-No es el mejor momento para hacer la actividad comercializadora. No somos los más populares del barrio. Estamos en una situación en un contexto de crisis de energía y eso lleva añadida una serie de cambios regulatorios importantes que nos hacen que la actividad sea complicada. Pero estamos en una gran empresa. Solo puedo hablar por nosotros, pero no somos malos ni engañamos a los clientes. Y cuando los precios están altos los sufrimos todos.

-Las pequeñas comercializadoras están desapareciendo.

-Cuando se publica en el BOE un cambio regulatorio hay que trasladarlo a la factura y eso supone para las comercializadoras estar tres o cuatro meses sin facturar. Eso es terrible, sobre todo para las pequeñas comercializadoras que tienen que comprar energía y no tienen ingresos. Los que tenemos músculo, aguantamos. Y es terrible también para el cliente al que, de repente, le llegan dos facturas seguidas de los últimos cuatro o cinco meses y además con precios altos. Nosotros sabemos que tenemos que ayudar activamente al cliente y proponemos planes de pago, pero esta situación es mala para el cliente, y para las compañías, genera muchos impagos, más morosidad.

-¿Y no se puede hacer nada más?

-Nosotros estamos con una campaña para revisar la potencia de nuestros clientes. Hicimos una prueba piloto y vimos que en España un tercio de las personas tienen una potencia contratada mayor de lo que en realidad consumen. Tenemos 30.000 solicitudes de clientes que estamos analizando para ajustar esa potencia, que no supone ninguna pérdida de confort, y se estima que los ahorros que se generen puedan ser superiores a los 50.000 euros.

-Antes me ha hablado de las renovables. Decía en otro foro que estamos en un proceso de transición energética con problemas. ¿Qué está pasando?

-Una de las cosas que menos nos gusta de España son los trámites administrativos que tenemos que superar para construir un parque fotovoltaico. En nuestra sede central no entienden que pueda llevar el doble de tiempo que hacerlo en otro país europeo. Y cuando alguien pregunta qué va a pasar con los precios de la energía, todos los expertos dicen que en Europa, si conseguimos un desarrollo de renovables rápido, en cuanto pasen a generar el 80% o 90% de la energía, habrá un abaratamiento del precio.

-Entonces, ¿quién se tiene que poner las pilas?

-Las administraciones tienen que preocuparse por reducir los trámites administrativos. Si un proyecto fotovoltaico en lugar de tardar en construirse dos años tarda cuatro, lo que nos va a pasar a los españoles es que vamos a pagar la energía más cara más años que otros países europeos. El tema del bloqueo administrativo es clave. Y es general. Los 80 parques que estamos desarrollando los vamos a hacer, porque para nosotros España, como Italia o Grecia, son países idóneos, tienen sol y una seguridad jurídico legal a medio plazo. Pero si no hacemos algo administrativamente, nuestra casa central pensará que, a futuro, en vez de hacer las inversiones aquí hay que hacerlas en Italia.

Futuro de Asturias

-¿Cómo ve Asturias en estos momentos?

-Asturias lo tiene todo. Podría ser el Silicon Valley de Europa. Lo dije hace años, aunque ahora, viendo el desarrollo de Málaga, podría ser el segundo. Pero reúne todas las características.

-La situación no es muy halagüeña: menos del millón de habitantes, desaceleración de la industria, buques insignia como son Arcelor y Duro Felguera bajo amenaza…

-Trabajé en Hunosa diez años. Lo dejé en el año 92 y tenía 21.000 empleados. Y ahora tiene 1.000. Cuando se sabía que iba a cerrar Hunosa era el fin del mundo. Yo no digo que Asturias dentro de diez años, si es el Silicon Valley, tenga un millón de habitantes. A lo mejor tiene 900.000, pero lo que sí puede tener es habitantes más jóvenes. Los profesionales que tenemos en la región, con una alta formación técnica, no tienen nada que envidiar a los de ningún sitio.

-¿Y por qué se van los jóvenes? Algo está fallando.

-Porque desgraciadamente no hay quince TotalEnergies aquí. Hay que conseguir entre todos que vengan.

-¿Cómo?

-Potenciando a la gente buena que hay en Asturias. Tenemos que sacar entre todos esto adelante y no lo vamos a hacer con inversiones de miles de millones anunciadas a bombo y platillo. Hay que lograr empleo de calidad y que a su alrededor se genere actividad económica. Hay que ser positivos.

Javier Sáenz de Jubera

Presidente TotalEnergies España, asociado corporativo de CAXXI

Publicado en diario El Comercio (Cristina Tuero, Jefa Área de Economía y Actualidad – Coord. AsturiasInnova+)