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Asturias 2030, por Eugenia Suárez Serrano, Vicepresidenta de CAXXI

2030 en la Agenda

“Sin dejar a nadie atrás”, lema bajo el que la ONU hace un llamamiento universal en 2015 para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar la paz y prosperidad para 2030, supera todos los intentos previos de gobernanza mundial. Y es que la Agenda 2030, con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sus 169 metas y sus 232 indicadores globales, compromete a gobiernos, empresas y sociedad civil para que hagan suyos esos objetivos y los adapten a sus necesidades y entornos.
Desde que Naciones Unidas aprueba la Agenda 2030, son muchos los fines y retos que se han venido marcando en el ámbito de la sostenibilidad para el horizonte 2030. Así, en noviembre de 2021, en el seno de la Cumbre Climática de Glasgow, alrededor de cien países acuerdan reducir en un 30% las emisiones de gas metano para 2030.
Si hay una región que ha jugado un papel destacado en la sostenibilidad a nivel mundial ha sido Europa, con la aprobación del Pacto Verde en diciembre de 2019. Este plan, reflejo de los ODS en la UE, es la hoja de ruta para situar a Europa en la senda de una economía climáticamente neutra, próspera y equitativa, en torno a ocho elementos clave: neutralidad climática, energía limpia y asequible, industria sostenible y circular, eficiencia energética en la construcción y renovación de edificios, movilidad sostenible e inteligente, alimentos saludables y justos, preservación de ecosistemas y biodiversidad, y eliminación total de sustancias tóxicas.
Si bien su máxima ambición, la neutralidad climática, se fija para 2050, muchos otros desafíos derivados del Pacto tienen su meta temporal en 2030. Así tenemos, por ejemplo, la Ley Europea del Clima, aprobada en junio de 2021, que pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) al menos un 55% para 2030. Por su parte, la Estrategia de la UE para la “Biodiversidad de aquí a 2030”, persigue que las consideraciones relativas a la biodiversidad se integren en las decisiones públicas y empresariales. Con la Estrategia “De la granja a la mesa” se aspira, por otro lado, a que el 25% de las tierras agrícolas de la UE se destinen a la producción ecológica en 2030.
España tampoco se ha quedado atrás, manteniendo importantes citas en la agenda para ese año, como los objetivos fijados por la Estrategia “España Circular 2030”, en junio de 2020, para incrementar la eficiencia y la reutilización y, al mismo tiempo, reducir las emisiones de GEI, el uso de materiales y la generación de residuos; o como los ocho ambiciosos retos de país, aprobados justo un año más tarde en la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible 2030.
En definitiva, la dimensión y la urgencia de los desafíos ambientales y sociales a los que se enfrenta la humanidad no tienen precedentes, por lo que las decisiones colectivas e individuales que se tomen en esta década serán cruciales para nuestro futuro. Aunque algunos objetivos no lleguen a cumplirse plenamente en ese horizonte temporal, 2030 es sin duda un año a destacar en nuestras agendas, tanto personales como profesionales.

Eugenia Suárez SerranoVicepresidenta de CAXXIUniversidad de Oviedo

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