Blog

Artículo del mes Think Tank Educación

Este es el primer artículo que vamos a publicar desde el Think Tank de Educación de Compromiso Asturias XXI, con el objetivo de trasladar a la sociedad nuestras ideas y propuestas en un tema tan relevante para el futuro de nuestra región como es la educación de nuestros jóvenes.

Think Tank Educación de CAXXI

Reyes Ceñal y Ramón Rubio

Las expectativas de los jóvenes asturianos a la hora de elegir sus estudios frente a la realidad del mercado laboral

Las necesidades del tejido productivo en la era digital y de transición ecológica no están siendo cubiertas por la oferta laboral actual, sin embargo, los jóvenes en España siguen eligiendo estudios que el mercado no puede absorber.

La sobrecualificación se refiere a la situación en la que un trabajador posee más habilidades, conocimientos y experiencia de los necesarios para el trabajo que está realizando. Se trata de un desequilibrio entre oferta y demanda laboral.

Acaba de publicarse un interesante informe de la Fundación CYD donde podemos observar los datos que muestran la situación de la sobrecualificación de los graduados superiores. Los datos de Eurostat nos muestran cómo España lidera ese ranking de desajuste con un 36,1% de ocupados graduados superiores en ocupaciones que no son de alta cualificación en 2021. Le siguen Grecia (34,4%) y Chipre (34,1%).

Aunque algunos investigadores (Galor y Sichermann) predicen que la sobrecualificación es un fenómeno transitorio, pues se puede reducir casi a la mitad después de los primeros cinco años, creemos que es un problema que es necesario abordar desde diferentes perspectivas. Es un fenómeno complejo en el que aparecen como actores principales: empresas, gobiernos y sus políticas laborales, educativas y también los estudiantes, familias y las elecciones que realizan.

A menudo, los jóvenes se ven obligados a aceptar trabajos de baja remuneración y sin relación con sus estudios, lo que puede generar insatisfacción, desmotivación y desánimo en su carrera profesional. En ocasiones, ese desajuste se ve compensado por otros retos laborales, culturales y/o lingüísticos.

La realidad en este desajuste tiene un mayor impacto, tal y como recoge este informe, sobre determinadas disciplinas universitarias y ciclos formativos de grado superior. Así, según un estudio de la fundación FUNCAS, los estudios de las ciencias de la salud son los que más se ajustan a las ocupaciones, mientras que los de arte y humanidades son los que presentan mayor sobrecualificación.

Se deduce en este informe que los jóvenes escogen su formación o bien sin suficiente información sobre inserción laboral o bien por otros motivos, entre los que destacan vocación, facilidad de los estudios o preferencia personal.  En la práctica se suele producir un mix de todos estos aspectos. Para contrarrestar la falta de información se requiere mantener e impulsar un plan estratégico con una línea de actuación para priorizar el desarrollo de programas de orientación laboral e inserción.

El informe nos ilustra con aspectos concretos muy interesantes como aquellas disciplinas con indicadores de inserción laboral mejores (por ejemplo, ingeniería, industria y construcción en los estudios universitarios o instalación y mantenimiento, fabricación mecánica, informática y comunicaciones o electricidad y electrónica en grados superiores) y las disciplinas que cuentan con los peores indicadores de inserción laboral (las artes y humanidades o servicios relacionados especialmente con el turismo).

Desde esta perspectiva educativa hay que incluir también a las universidades y la necesidad de flexibilizar la creación de estudios y adecuarlos, no sólo al mercado, sino a la demanda de la sociedad en su conjunto.

El mundo empresarial también debe aportar soluciones desde su campo. Un ejemplo, es la colaboración más directa y fluida con centros educativos (las carreras duales son un ejemplo a seguir).

Otro ejemplo es la adecuación de capacidades en las demandas de trabajo. En los últimos años se ha tendido a valorar crecientemente habilidades humanísticas, incluso en empresas tecnológicas. Sin embargo, no se ve reflejado aún en la demanda de empleo. Por otra parte, tienen un valor intrínseco para la sociedad que las hace necesarias per se. En este caso, es el mercado laboral quien debe “redescubrir” las humanidades…

Desde lo político, los gobiernos deben prever situaciones de desestabilización laboral y poner en marcha acciones que las contrarresten. La situación de los estudiantes de medicina o enfermería es un ejemplo. En España faltan profesionales en medicina, pero al mismo tiempo las plazas de acceso a estos estudios son limitadas porque el sistema no es capaz de absorberlos.

En definitiva, nos encontramos en una situación en la que todos los agentes sociales deben prestarle atención al elevado porcentaje de sobrecualificación en nuestro país.

 

Think Tank Educación de CAXXI

Reyes Ceñal y Ramón Rubio