Publicado en La Nueva España el 2 de diciembre de 2020
Nadie se pudo imaginar que el año 2020 iba a ser una fecha que quedaría marcada para el resto de la historia, podríamos decir que incluso se recordará muy por encima de la II Guerra Mundial, el Crash del 29 o el Descubrimiento de América.
Todo debido a la trágica pandemia del virus SARS-COV.2
La triste realidad que vivimos debido a este gran problema de salud que se ha extendido a toda la población mundial afectando a los hábitos y conductas para evitar el temido contagio.
Con el fin de contener la propagación del virus hemos tenido que tomar drásticas medidas que han afectado a la disminución del desarrollo de la economía en determinados momentos con la consiguiente pérdida de empleos y cierre de negocios.
Ante este dramático panorama hubo que incrementar sustancialmente las ayudas de la UE para la recuperación de la economía. Así que, sin duda, esta situación debe de marcar un antes y un después. Incluso muchos lo han llegado a calificar como un plan Marshal idéntico al que se estableció después de la II Guerra Mundial para algunos países. Este plan económico, junto a la exigencia mundial de conseguir en determinadas fechas que se produzca un freno al Cambio Climático y, por tanto, un mayor desarrollo de las Energías Renovables para los próximos años debe estar enfocado a un cambio a nivel mundial, los criterios económicos deben de ser diferentes, se ha de estimular el cambio de negocio, entre ellos el modelo energético.
Aún hay sectores incipientes que han empezado hace años a desarrollarse y que han demostrado que tiene una importante cabida en varios sectores económicos donde puede generar nuevos negocios, en países donde antes eran dependientes, ahora pueden ser productores, simplemente los nuevos procesos energéticos requieren tener agua y una fuente limpia de energía, como la eólica o la fotovoltaica.
Los grandes inversores van a apostar por un modelo de negocio centrado en la economía verde, ya que las empresas que emitan CO2 se verán penalizadas cada vez más y las que se mantengan en cero emisiones percibirán sustanciales incentivos y mejorarán sus baremos de cara a optar al desarrollo de proyectos a nivel mundial.
Los grandes acuerdos adoptados en las Cumbres Mundiales del Cambio Climático han estado durante varios años preparando el nuevo escenario energético mundial, ya es una carrera contrarreloj. Desde la UE, se viene impulsando que todos los países se impliquen en los procesos planteados para la Transición Energética.
El sector productivo de energía eléctrica está cambiando paulatinamente desde el impulso político actual. En España se ha aprobado la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 y la Estrategia de Transición Justa. Todo ello para dar el adecuado respaldo con un marco normativo necesario para adecuar el proceso del cambio energético.
Recientemente, en Chile, el actual gobierno también ha tomado grandes decisiones:
- Dejar de generar electricidad de origen térmico en 2050. Las 27 centrales termoeléctricas de carbón en Chile van camino a su desaparición, una de las metas es bajar de 48% a cero el aporte del carbón al suministro eléctrico, para 2050.
- Inversiones que combinarán generación renovable con almacenamiento. Enorme interés del gobierno en incorporar tecnologías complementarias para darle flexibilidad al sistema y poder contar con energías limpias en todo Chile durante las 24 horas del día.
- Ser un referente en proyectos para el uso masivo de hidrógeno verde en la minería, en tecnología de celdas de combustibles o en almacenamiento de hidrógeno. En consecuencia, apuesta para el desarrollo de proyectos en H2.
- Todo esto, se complementa con la instalación de sistemas de almacenamiento por baterías de litio, con una capacidad de 112 MW (el más grande de América Latina), lo que se traduce en una capacidad para seguir suministrando energía solar hasta por 5 horas. Este es un importante hito que contribuye a darle mayor flexibilidad a la red, y apunta al objetivo de inyectar energías limpias al sistema de forma continua.
- Llamamiento a inversionistas. La Corporación de Fomento de la Producción, Corfo, ha lanzado un llamamiento para que los inversionistas interesados en desarrollar proyectos de hidrógeno verde en el país manifiesten su interés de cara a la producción, transporte, almacenamiento y consumo de este energético y sus derivados.
- Acuerdos multilaterales con países de primer orden, de hecho, todo el diseño de este Plan está avalado por Alemania, e incluso los convenios de investigación y desarrollo están suscritos con importantes centros tecnológicos y científicos de Australia, con quienes han establecido sólidos acuerdos.
En este sentido, al igual que en muchos países, van a tener una oportunidad impresionante ante el reto del uso las Energías Renovables. Actualmente, desde el Ministerio de Energía de Chile están trabajando en sentar las bases del cuadro normativo que impulse su desarrollo donde el hidrógeno les haga despegar para llegar a ser la primera nación desarrollada de Sudamérica. Recientemente el Ministro de Energía, explicó, que “en temas normativos, lo primero es clasificar el hidrógeno como combustible. Este plan contempla preparar la normativa considerando toda la cadena de valor del hidrógeno como energético, desde su producción, acondicionamiento, almacenamiento, transporte, distribución y comercialización», agregando que es clave señalar que ya está regularizada su producción y uso y que el desafío ahora es actualizar la regulación y cubrir los nuevos potenciales usos. Como bien dice el ministro, en este sentido es fundamental contar con un cuerpo legal claro, capaz de adecuarse a los escenarios mundiales, siendo a la vez, tan atractivo para la inversión, como conveniente para los intereses de Chile. Alcanzar este balance -o equilibrio si se quiere- será, finalmente, aquello que les lleve a hacer del hidrógeno verde, lo que el cobre ha sido para Chile.
Por consiguiente, hay que aceptar el cambio disruptivo que esto ha provocado. Las nuevas energías verdes han llegado para quedarse de manera definitiva, quien no llegue a experimentar este cambio ahora se va a quedar otra vez en el camino.
En España, se están dando muchos pasos, hay varios Ministerios que han empezado a desarrollar diversas Leyes y Reales Decretos, precedidos de un Plan Energético y un Plan Estratégico, todo ello dentro de un sistema energético diferente, más sostenible y respetuoso con el Medio Ambiente. Consecuentemente surgen grandes oportunidades que deben aprovecharse. Por ello, Asturias debe establecer las mismas bases que otros países están haciendo.
Hemos tenido una experiencia en el pasado con los Fondos Mineros, ya hemos vistos que de ellos no ha quedado un tejido industrial sólido, se emplearon las inversiones en actuaciones que solo contribuyeron a paliar la extinción de la industria minera sin que se estableciera una industria innovadora y de futuro. Hoy estamos pagando las consecuencias, tenemos menos población, menos empleo y una pequeña y media empresa débil, poco representativa a nivel nacional e internacional.
En consecuencia, hay que darse cuenta de que el mundo ha cambiado y se necesita otra visión diferente. El cambio debe de ser fuerte y arriesgado, seguir en el mismo paradigma no nos ayudará a cambiar las cosas y este es el momento, o cambiamos ahora o van a llegar otros países competidores a dar estos pasos antes que nosotros ganando competitividad y desarrollo económico.
Miguel Comino López
Socio de Compromiso Asturias XXI
ACCIONA Industrial
QC Site Manager en Termosolar CSP 110Mw-Cerro Dominador. Atacama, Chile
Graduado en Ingeniería Mecánica y Posgraduado en Dirección de Proyectos
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