Asturias, mi tesoro escondido
Cuando pienso en Asturias, mi mente se llena de imágenes espectaculares: las imponentes montañas de los Picos de Europa, las playas bañadas por el Atlántico y los acantilados que desafían al viento. Es un lugar donde la naturaleza se despliega en su máxima expresión, y cada rincón parece susurrar historias de antaño. Eso y mucho más.
Sí, esos gigantes de los Picos de Europa son como guardianes ancestrales. Sus altas cumbres y sus valles profundos nos recuerdan nuestra pequeñez. Los senderos y caleyas que serpentean entre hayedos y robledales nos acercan a la biodiversidad que se esconde en cada rincón de esta tierra.
Las playas de su litoral nos reciben con su arena dorada y sus olas agitándose poderosas. Pero son los acantilados los que me dejan sin palabras. Es como si la tierra misma se hubiera partido en dos. Allí, en la costa occidental, uno puede contemplar el infinito y sentirse parte de algo más grande.
Y Asturias no es solo paisaje. Son las personas que la habitan las que le dan vida. Los asturianos son amables, hospitalarios y siempre dispuestos a ayudar. Sus tradiciones, como la música folk y las festividades locales, nos sumergen en una cultura rica y auténtica, también en la gastronomía. La fabada asturiana, el queso de Cabrales, la sidra… y un sinfín de platos más que son manjares que nos conectan con la tierra y sus sabores.
Asturias mirando al futuro: El Potencial Tecnológico e Industrial
Sin embargo, cuando pienso en Asturias, insisto, también siento la necesidad de decirle a todos aquellos que no tienen el privilegio de pertenecerla, que esta porción de España es mucho más de lo que habitualmente se puede conocer.
Mi vida profesional me ha llevado a descubrir una Asturias que puede presumir de tener un tejido empresarial y económico -tan bien representado por FADE-, con un potencial tecnológico e industrial que merece la mayor atención. ¿Sabías por ejemplo que aquí se está gestando el mayor proyecto de hidrógeno verde a escala mundial? Asturias suministrará hidrógeno renovable para la producción de acero, amoniaco y fertilizantes ecológicos. Además, empresas líderes están involucradas en la cadena de valor del hidrógeno en la región.
La innovación también late en nuestra comunidad. Empresas que son insignia en Asturias -abiertas al mundo como Marca Asturias, en muchos casos con sedes en países de todo el planeta- y multinacionales industriales globales implantadas en la región, se enfocan en la sostenibilidad, digitalización y procesos productivos y están creando soluciones que no solo benefician a la región, sino que también tienen un impacto global.
Asturias tampoco olvida su compromiso con la sostenibilidad en una tierra que es verde, pero que también es azul. Una economía azul centrada en los recursos marinos ofrece oportunidades en el ámbito de la pesca, la acuicultura y el turismo costero. El puerto de Gijón, estratégicamente ubicado, es una puerta de entrada para esta economía azul y la logística internacional y su transformación y la adaptación de sus infraestructuras es un paso importante para ello.
La educación es otro camino hacia el futuro. Asturias destaca por sus resultados de competencias PISA, superando la media de la OCDE. Además, el gasto público por alumno es un 18% más alto que la media española, lo que demuestra el compromiso con la formación de los estudiantes.
Así pues, hago un llamamiento para que atraigamos más educación y formación a nuestra tierra, sigamos trabajando en conectar más aun la formación universitaria con posgrados formativos que sirvan de puente entre la universidad y las empresas asturianas.
Y aquí me detengo para mencionar la gran oportunidad que se abre con la nueva ley de formación profesional dual, combinando aprendizaje teórico y práctico. Es esta otra ocasión que no debemos dejar pasar si sabemos aprovecharla para mejorar la empleabilidad y, junto con la formación universitaria de posgrado, fijar a nuestra gente en el territorio, evitando el inexorable envejecimiento que nos asola y la pérdida de talento y de inversión formativa.
Oportunidades de inversión y diálogo social como vía de consenso social y avance conjunto de la sociedad asturiana
Y si hemos hablado de paisajes ancestrales, tradiciones y, también, de la capacidad de Asturias como sociedad y economía, también es necesario hablar de su futuro.
Para que Asturias alcance su máximo potencial, es crucial invertir en infraestructuras. Los centros de investigación y desarrollo, la modernización industrial y el transporte ferroviario son pasos en la dirección correcta.
Todo ello en el marco de un diálogo social entre la empresa, los trabajadores y el gobierno de la comunidad que fortalezca las estrategias de una tierra que cada día más, necesita de grandes consensos para avanzar.
Y en el marco de esta magnífica iniciativa de LNE de «Asturias Exterior», no podemos olvidarnos del talento que está fuera de la región y que la Asociación Compromiso Asturias XXI mantiene en permanente conexión en lo que es una labor encomiable.
Ese talento es una oportunidad para nutrir la región con nuevas ideas, experiencias y conocimientos. Además, es una forma de fomentar el retorno de aquellos que, como yo, llevamos a Asturias en el corazón.
Por último, no quiero olvidarme de mencionar una figura clave para nosotros, Asturias es un principado donde sentimos como propia a nuestra querida princesa Leonor. Hace algunas semanas le ha sido otorgada la más alta distinción de nuestra tierra. Cada año a través de los premios que llevan su nombre, ponemos en valor el papel tan importante que ella tiene para el reconocimiento de la presencia de Asturias en el mundo.
Es una joven que ostenta la más alta responsabilidad y lo hace con altos valores inculcados por sus padres, los reyes de España. Cuidemos de que ese vínculo afectivo e institucional con Asturias esté siempre presente en su corazón y continúe siendo nuestra mejor embajadora, como lo es su madre, la reina Letizia.
En resumen, Asturias es un tesoro escondido que combina belleza natural, gastronomía, tecnología, historia y una comunidad comprometida. Si seguimos invirtiendo en infraestructuras, apoyando la educación y abriendo las puertas al talento, Asturias brillará aún más en el mapa para que sea reconocida como se merece.