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Asturias está históricamente ligada a la energía, no solo a través de su cuenca minera, de las centrales térmicas y de los ciclos, sino también a través de las infraestructuras de gas natural, como la regasificadora o los más de 2.100 km de red de gas que dan actualmente servicio al 53% de los hogares asturianos. En relación con la industria, hay unos 90 clientes conectados a la red de gas, consumiendo en torno al 2,5% de la demanda de gas industrial en España. La red de gas da también servicio a casi 1.800 PYMEs.

Si hablamos de las claves que marcarán el futuro energético, económico e industrial de Asturias, la primera, sin duda, será la descarbonización. La transformación que la sociedad tiene que hacer para pasar de consumir combustibles fósiles a energías renovables ya está en marcha. En ella, y en particular para Asturias, tienen un papel fundamental los gases renovables: el biometano y el hidrógeno verde.

El biometano es un claro ejemplo de economía circular que se ajusta extraordinariamente a la economía y sociedad asturianas. La producción de este gas renovable permite valorizar el gas que produce la descomposición de residuos orgánicos, tales como los provenientes de las explotaciones agrícolas, ganaderas o queserías, obteniendo un gas renovable, 100% intercambiable con el gas natural, consiguiendo con ello distintas ventajas:

• Fortalecer la agricultura y la ganadería, dando una solución al problema de residuos que tienen estos sectores, dándoles una garantía de largo plazo que permite la ampliación de la cabaña y visibilidad para las siguientes generaciones.

• Reducir la dependencia energética del exterior y que la energía autogenerada sea renovable, aprovechando para su distribución infraestructuras existentes, luego haciéndolo de la manera más eficiente posible.

Por otro lado, el hidrógeno verde es una de las grandes apuestas estratégicas de Asturias, al contar con todos los ingredientes necesarios para convertirse en uno de los primeros valles del hidrógeno de España.

En primer lugar, Asturias cuenta con empresas que están desarrollando proyectos de producción de hidrógeno verde. Además, Asturias es una de las regiones con mayor peso industrial, con una demanda térmica intensiva que solo puede descarbonizarse alrededor de los gases renovables. Por último, Asturias cuenta con unas infraestructuras adecuadas para canalizar parte de ese hidrógeno a través de blending en la red de distribución, así como el conocimiento y experiencia necesaria para construir y operar los hidroductos que permitan la distribución del resto del hidrógeno 100% en el valle.

Nortegas es actualmente titular del primer Hidroducto con acta dee puesta en marcha en España, específicamente diseñado para distribuir H2 verde 100%, además de ser tractora de proyectos ligados al blending de H2 en las redes actuales de distribución, como H2SAREA. Desde esta experiencia favoreceremos el despegue temprano del hidrógeno y la implantación inmediata del biometano en Asturias.

El papel de Asturias en la transición energética nacional es relevante, y será una geografía pionera si todos los agentes involucrados, la administración y la sociedad nos alineamos para aprovechar las capacidades que la región tiene, y las convertimos en una oportunidad de fijación de empleo, de competitividad industrial y de atracción de talento.

Izaskun Gorostiaga

Directora General de Estrategia y Sostenibilidad de Nortegas