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Rosa Fernández clausura la entrega de diplomas XV edición del programa mentoring

Rosa Fernández Rubio es Socia de Honor 2012 de CAXXI

Clausura de la Ceremonia de entrega de diplomas del programa mentoring 6/07/2023 👉Youtube


Buenos días a todos y todas,

 En primer lugar, dar las gracias a Compromiso Asturias XXI por darme la oportunidad de participar en este acto. Es un honor compartir esta mañana de verano con vosotros, y más aún, hacerlo en un lugar tan venerable, santo y seña de nuestra ciudad,  y testigo de su historia.

También felicitar a los verdaderos protagonistas de esta jornada: los jóvenes que habéis recibido los diplomas del Programa Mentoring. Siempre es emocionante ver a la juventud abrirse paso, cumplir etapas, reclamar su sitio en ese tablero de ajedrez que es la vida.    Es cierto que os encontráis la partida empezada, el tablero está enmarañado y confuso, pero sabréis encontrar vuestra casilla,  porque lleváis preparándoos para ello muchos años,  desde que, en aquella aula de preescolar,  cogisteis  por primera vez, un trozo de plastilina… hasta hoy.  Lo que hoy tenéis no es más que el fruto de vuestro esfuerzo y talento.  ¡ Enhorabuena!

Yo no soy más que una deportista, así que poca cosa podría enseñaros, por mucho que hoy os hable desde el mismo corazón de nuestra Universidad.   Dicen por ahí que soy una “deportista de élite”.  Bueno,  yo me veo más como una romántica del deporte.

¿Élite?  Yo nunca he metido un gol ante cien mil personas, nunca he desfilado tras la bandera de mi país en una Olimpiada, nunca firmé un contrato millonario, y  cuando llegué a alguna meta,  no había una multitud esperándome,  sino la soledad de una cumbre helada, en un rincón hostil del planeta.

Seis veces estuve en la cumbre de alguno de los catorce “ochomiles” que hay en La Tierra.   Aquellas montañas fueron mi Universidad. Y de ellas aprendí algunas cosas, que, si me permitís, puedo compartir con vosotros.

Aprendí que, para conseguir esas seis cumbres, tuve que plantarme dos docenas de veces ante los gigantes del Himalaya, y que,  para preparar cada una de esas expediciones, tuve que entrenar cientos de días en mis queridos Picos de Europa.

No hay facultad sin instituto, ni instituto sin escuela.  Se equivocan los que piensan que es una locura absurda esto de subir montañas, pero aún se equivocan más los que creen que solo aquellas seis veces me sentí triunfadora y realizada. Las montañas me enseñaron que la cumbre es un lugar embriagador.

 Pero a los pocos minutos de haber pisado la cumbre de un ochomil, tu único pensamiento debe ser salir de allí por pies.  No es un lugar para vivir;  lo único que va a hacer por ti es consumirte y acabar contigo.

He aprendido que hay muchas cumbres en esta vida,  y que no merece la pena apostarlo todo a una de ellas, ni creer que, una vez has llegado, ya puedes bajar la mirada hacia tu ombligo y echarte a dormir.

Educar a un hijo, terminar unos estudios, proteger una amistad, construir una vida profesional, … son desafíos increíbles, que dan tanto miedo y hablan tan bien de lo que en realidad somos, como el triunfo más mediático que podamos lograr.

La vida es un deporte de equipo. Nuestra sociedad se ha vuelto tan grande, sofisticada, y, en muchos aspectos, hermosa, como una magnífica catedral en permanente construcción.

Algunos afortunados trabajan a plena luz del Sol, a la vista de todos, esculpiendo figuras y colocando adornos en las agujas. Pero la mayoría, los imprescindibles, arrastran piedras en los sótanos y catacumbas o consolidan los invisibles cimientos.

En 2009 había pisado la cima del Everest y ya había completado el Proyecto 7 Cumbres,  convirtiéndome en la primera, y todavía  hoy, única mujer española en subir al punto más alto de todos los continentes, incluidas las dos Américas y la Antártida.

¿Lo había subido todo? ¿Estaba hecho lo más difícil? Pues no, ni mucho menos. Aquel año, la vida me puso frente a una monstruosa montaña,  para la que no estaba entrenada,  y que,  de ningún modo estaba en mi agenda. El cáncer.

Adiós a los patrocinadores, se acabaron las portadas de los periódicos, se esfumó en la nada aquella condición física trabajada durante años… Mi carrera deportiva, y mi existencia misma, debían ser repensadas desde cero. De un solo y brutal golpe, fui empujada desde mi aguja de la catedral,  hasta las frías baldosas del suelo.

Pero la vida, ya lo he dicho, es un deporte de equipo. En primer lugar jugó sus cartas el equipo de médicos que me atendió. Y , por supuesto, fueron esenciales la familia y amigos que me brindaron su amistad y apoyo.

Pasaron dos años y el 20 de mayo de 2011, desde la cumbre del Kangchenjunga, la tercera montaña más alta de La Tierra, grité: GRACIAS  a todos !!!!.

También aprendí que no eres más grande que otros por subir más alto, valiosa lección vital. A veces es al revés, porque a medida que te alejas montaña arriba,  más pequeña te vas haciendo,  y más insignificante  se ve tu silueta.  Todo es relativo y subjetivo.  La perspectiva que uno tiene de las cosas, no solo no es la única posible, sino que, muchas veces,  ni siquiera es de las mejores.

Y  las montañas  también me enseñaron  que,  vayas a donde vayas,  el camino más peligroso siempre es el de regreso.

Por eso, ahora que empezáis a viajar solos por la vida, tened siempre en la memoria el camino de vuelta, porque saber regresar a los orígenes con la frente bien alta, es todo un arte.

En la madrugada del 22 de mayo de 2003 estaba a pocos cientos de metros de la cumbre del Everest,  a punto de cumplir el sueño supremo de todo escalador. Pero la mañana se complicó con una meteorología agresiva,  y  el reloj no dejaba de decirme que se había hecho más tarde de lo deseable.  Le pregunté a mi compañero, el sherpa Dawa, si creía que podría alcanzar la cumbre. Él me miró y me dijo: “si continúas es muy fácil que llegues a la cumbre, pero también es muy fácil que te quedes en la montaña”.  Con lágrimas en los ojos emprendí el camino de regreso a casa. Porque poder volver era más importante que saber ir.

Hay sueños que pueden ser aplazados para mejor ocasión; y los hay que no. Ojalá seáis de los que saben distinguir unos de otros.

El 21 de mayo de 2005, desde la cara norte, abrí huella hasta la cumbre del Everest, convirtiéndome, junto con mi compañero Dawa, en el primer ser humano que pisaba el techo del mundo aquel año.

La vida son sueños.  A mis sesenta y pico años sigo soñando. A veces creo que me pasa como a aquel loco de la canción de Mecano: “este cuarto es muy pequeño, para las cosas que sueño”. Y es que, claro, sigo soñando con montañas.

En los años 2015 y 2022 intenté subir el K2,  la segunda montaña más alta de La Tierra, la única que me falta para tener las “cinco grandes”. El K2 lleva años siendo el protagonista  recurrente de mis sueños. En la primera ocasión, la montaña mostró todo su poder,  y,  día y noche, las avalanchas barrían las laderas, diciéndonos al puñado de escaladores que estábamos allí que solo había dos alternativas:  volver a casa o morir sepultados.

Y como a la diosa fortuna le gusta jugar con nosotros, y tiene infinitos recursos, el año pasado se buscó un puñetero y pequeño aliado para arrancarme del campo 2 y mandarme de nuevo a casa: el condenado COVID. Ni yo misma sé si el sueño del K2 está zanjado para siempre. Tiempo al tiempo…

Os he hablado de mi vida, de mi forma de ver las cosas. Os he asomado a algunos instantes especiales de mi carrera deportiva. Aunque solo sea por honestidad, por respeto a estas paredes,  que a lo largo de los siglos han escuchado a tantas mujeres y hombres sabios, solo podía hablaros de aquellas pocas cosas que conozco bien;  de lo que viví por el mundo,  de lo que me han enseñado las montañas.

 Ha sido un placer y un honor haber estado con vosotros.

Os deseo de corazón que tengáis mucho éxito en vuestra tarea de construcción personal y profesional.

Os digo por experiencia que, si lo hacéis con pasión e ilusión, si lo hacéis con amor y respeto hacia lo que sois y hacia los demás, la mitad del camino estará hecho,  y  ya  no tendréis pérdida.

Mucha suerte

Rosa Fernández Rubio Socia de Honor 2012 de CAXXI Ceremonia de entrega de diplomas del programa mentoring 6/07/2023 👉Youtube